La
culpa
La
culpa nace en el momento en que sentimos que fallamos a las pautas de
comportamiento moral que nos inculcan en nuestra familia, sociedad o cultura,
nos enseñan que hay ciertos “códigos para actuar” que diferencian lo correcto y
lo incorrecto, siempre estamos pendientes, aun sin darnos cuenta, de la
aprobación social, de lo que opinen los demás o de tratar de encajar lo mejor
posible en nuestro entorno y sociedad, en la escuela, trabajo, familia y en
cada rol que estemos viviendo en el transcurso de nuestra vida.
Cuando
fallamos o peor aun cuando defraudamos a alguien o a nosotros mismos, es cuando
la culpa se vuelve nuestra compañera, pues nos imponemos en forma inmediata a
asumirla.
La
culpa nos lleva al autocastigo, a juzgarnos duramente, destruyendo el amor
propio, la autoestima y hasta
a ser crueles
con nosotros mismos.
La
invitación es a recibir la
culpa como una visita amorosa que nos viene a mostrar que debemos reconocer los
errores, hacer una reflexión y aprender.
Comprender
que los errores existen, que tenemos derecho a equivocarnos, a fallar y
fracasar, que estamos aprendiendo a través de ellos.
La clave a mi juicio es ver a la culpa como “una visita” y no una compañera, recibirla, atenderla, escucharla,
darle las
gracias y dejarla partir.
Recuerda
que en tu corazón solo se queda,
quien tu decides que se quede!
con
Amor
de
Activa el Amor