No siempre es fácil
darnos cuenta de que estamos viviendo
en una
relación de dependencia emocional, sin
embargo hay un indicador infalible que siempre te va a ayudar a darte cuenta y
son “tus emociones”. Son nuestras propias
emociones las que nos muestran que la relación no está
funcionando bien. En una relación sana no deberíamos sentir miedo, ni sufrimiento ni dolor ni
tristeza constantes.
Cuando nos encontramos inmersos dentro de la relación de dependencia
emocional, podemos
perder la perspectiva y ver solamente lo que nos gusta de nuestra pareja, no vemos lo que no estamos
dispuestos a ver,
nos embriaga una especia de ceguera selectiva y con frecuencia nos damos cuenta
cuando ya ha
pasado mucho tiempo de sufrimiento y daño.
En una relación de dependencia no
podemos ser nosotros mismos, nos sentimos anulados, siempre pendientes de agradar o
de no hacer enfadar a nuestra pareja,
lo único importante es la pareja, vivimos nuestra vida a través del otro, de lo
que la pareja quiere, piensa, desea y toda nuestra atención está puesta en el
otro, vivimos dándole en el gusto, ya que nuestras propias necesidades o
intereses pierden importancia, anulándonos lentamente, por lo general sentimos ansiedad, desconfianza,
culpabilidad, miedo, todos
son síntomas de una
baja autoestima, a sentir que no valemos nada o que somos inferiores a nuestra
pareja, a necesitar excesivamente al otro, a sentir miedo o intolerancia a la soledad.
Si es el caso y soportamos una relación que nos hace sufrir, es señal de que algo está
enfermo en nosotros, no en el otro, ni en la relación ni en las circunstancias,
el temor a perder a tu pareja, el temor al fracaso, el temor a la soledad, el
temor a volver a empezar, son señales de que tu propio amor, valoración y
autoestima están abandonados, estas señales te dicen que eres tu quien tiene
que hacer tu trabajo, el único y más importante que la divinidad te ha
encargado, que es AMARTE A TI MISMO, La única forma de salir de una relación de
dependencia emocional, es valorar lo más importante, que eres tu. Salir de una
relación toxica y de dependencia requiere primeramente que desees hacerlo,
tomar la decisión y comenzar por amarte, respetarte y encontrar a esa persona
maravillosa que eres tu misma, esa que está dentro de ti, escondida, asustada
y abandonada. Recuerda que no estás
sola, la divinidad te cuida te acompaña y te protege siempre.
Con
amor
de Activa el Amor